Descripción

Un día, a la Mansión Tremaine llegó un cartero con una invitación para ir al baile que se celebraba en el castillo, porque el príncipe estaba buscando esposa, y Cenicienta le dio el sobre a su madrastra y le dijo que ella iría si terminara con todo el trabajo que tenía que hacer y si encontrara un vestido que ponerse. Cenicienta tenía guardado un vestido de su madre que tenía que arreglar, pero no tenía tiempo por el trabajo, así que los ratones y los pájaros le arreglaron el vestido.

Llegó el día del baile y Cenicienta se puso muy contenta cuando vio el vestido arreglado, así que fue con su madrastra y sus hermanastras para ir al baile, pero las hermanastras le rompieron el vestido y se fueron. Cenicienta fue llorando al jardín, y allí se le apareció su Hada Madrina, que le hizo una carroza con una calabaza, cuatro caballos con los ratones, a comandante lo convirtió en un cochero, y a Bruno en lacayo. A Cenicienta le hizo un vestido maravilloso con zapatos de cristal incluidos. El Hada Madrina le dijo que a las doce de la noche el hechizo se rompería y todo volvería a estar como antes, y Cenicienta se fue contenta al baile agradeciéndole todo al Hada. Cuando llegó al baile, el príncipe la vio y se quedó enamorado de ella, bailaron los dos, y al sentarse, empezó a sonar el reloj del Palacio, avisando que ya eran las doce, así que Cenicienta corrió y mientras bajaba las escaleras se le cayó un zapato de cristal.

El Rey, que quería tener nietos por encima de todo, ordenó que el zapato se lo probaran todas las chicas casaderas del reino, y a la que le valiera el zapato se casaría con el príncipe.

Finalmente, cuando el Gran Duque llega a la Mansión Tremaine, Lady Tremaine la encierra en su habitación para que no se lo probara, pero Anastasia y Drizella se lo prueban y no le vale a ninguna, después Jaq y Gus cogen la llave que abre la habitación de Cenicienta, y la muchacha fue a donde estaba el Gran Duque pero, cuando se lo iba a probar, su madrastra hace tropezar al hombre que lleva el zapato y éste se rompe, pero Cenicienta saca el otro zapato y el Gran Duque se lo prueba y encajando el zapato. Y así, Cenicienta se casó con el príncipe.

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